Momentos de angustia vivieron los papas Domingo Xol y doña Angelina Coc, al enterarse que su hija había sido secuestrada a las diez de la mañana en la escuela de párvulos, Campo de Aviación, en el barrio Petet, zona 12. Según versiones de la docente Graciela Godoy, indicó que una joven llegó a la escuela a pedir a la niña bajo el argumento que el abuelo de la niña había fallecido, esa persona llevaba datos del los padres. Indicó que la docente que entregó a la niña no sospechó nada pues esta persona con mucha confianza llegó e incluso pidió que le dejara tarea por varios días.
Dominga Xol, familiar de la niña manifestó que a las 11.30 el papá llegó a la escuela a recoger a su niña, cuando se enteró de la terrible noticia, el y los docentes entraron en shock al descubrir que la niña había sido secuestrada.
Al parecer todo estaba ya preparado pues minutos después que el padre se enteró de la terrible noticia, recibió varias llamadas vía teléfono exigiéndole cincuenta mil quetzales, a cambio de entregar a la niña. Elementos de la PNC y la DEIC se presentaron al establecimiento educativo para coordinar un operativo y lograr rescatarla. Mientras tanto los padres vivieron varias horas de angustia pues las extorciones seguían llegando a su teléfono.
Es encontrada sana y salva
A la una de la tarde en el conocido balneario las Islas en San Pedro Carchá, vecinos del lugar reportaron la presencia de una niña abandonada, al lugar llegó un periodista de una emisora local quien por su cuenta realizó la labor de autoridad llevándose la niña a la emisora donde labora,
Posteriormente la niña fue entregada a sus padres sana y salva por las autoridades.
El sub comisario Carlos Medrano Zapeta, considera que lo que se sospecha es que algún vecino o quizás algún miembro de la familia pudo haber cometido el hecho, por la manera que se dieron las cosas. El fin de estos sujetos era intimidar a los padres de la niña. Este caso no llena los perfiles de un grupo profecional de secuestradores, pero será el ministerio público, el que haga las investigaciones pertinentes indicó Zapeta.
El rostro de la madre era evidente al saber la noticia. Las llamadas de los secuestradores eran constantes, la madre angustiada atendía el teléfono.
El padre y la madre, le dan gracias a Dios, por tener a su hija de nuevo a su lado.
Esta fue una lección clara para el gremio magisterial, de no entregar a los niños a personas que no están debidamente autorizadas y menos si se trata de un desconocido. Gracias a Dios, esta historia aunque sufrida tuvo un final feliz.
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